A continuación leeremos y veremos un reportaje sobre un episodio histórico ambientado en Flandes, siglo XVI, cuando reinaba en España FELIPE II, en cuyo reino no se ponía nunca el sol.
Ocurrió en 1585, durante las guerras en Flandes, y que es conocida como "El milagro de Empel".
Era 7 de Diciembre y el "Tercio de Zamora" a las ordenes del Maestre de Campo Francisco de Bobadilla trataba de defender, a cara de perro, la plaza de Bommel. Bommel era una pequeña ciudad situada en una isla formada entre dos ríos, en plena tierra de herejes, como se denominaban en aquella época a los que profesaban otras religiones diferentes a la católica. Son obligados a retroceder hasta verse atrapados en una pequeña porción de tierra completamente rodeada de agua. La situación era desesperada, además estaban rodeados por la flota Holandesa, apenas tenían víveres, habían sufrido numerosas bajas y los que quedaban en pie estaban mojados y helados hasta el tuétano.
El Almirante Holak, jefe de la flota Holandesa, en vista de la precaria situación de su enemigo, decide proponerles una rendición honrosa. Aunque la respuesta fue clara y contundente:
" Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos "
El almirante holandés decide abrir algunos diques para que subiera el nivel del agua durante la noche y acometer el ataque final por la mañana.
Los españoles se aprestan a la defensa del sitio, cada vez más menguado por el caudal del río y comienzan a cavar trincheras donde esperan que sus huesos acaben después.
En ese momento, uno de los soldados del tercio, mientras cavaba, halló un extraño objeto. Se trataba de una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción. Todos quedaron muy sorprendidos con el hallazgo y colocando la imagen en un improvisado altar, rezaron a su alrededor pidiéndole a la virgen que les echara una "manita" pues, lo cierto, es que andaban muy necesitados.
En el amanecer del 8 de Diciembre, una inusual tempestad acompañada de un viento muy frío hizo que las aguas del río Mossa se helaran completamente. Los soldados españoles no lo dudaron un instante y aprovechando que los holandeses aún dormían, llegaron hasta sus barcos caminando por el río helado. El Tercio de Zamora destruyó 10 navíos y logró hacer gran cantidad de prisioneros.
Fue el almirante Holak quién dijo después de la estrepitosa derrota :
" Tal parece que Dios es español al obrar, para mí, tan grande milagro"
Desde aquella fecha, la Inmaculada Concepción es patrona de los tercios españoles y posteriormente de la infanteria y también es la razón por la que el 8 de Diciembre es el día de la Inmaculada Concepción.
https://youtu.be/tluoHe_m2n8 muy detallada de la batalla AQUÍ:
"Libro noveno. De las guerras civiles y rebelión de Flandes, en que se contienen los sucesos del año 1585", Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España, vol. LXIII, no. Los sucesos de Flandes y Francia del tiempo de Alejandro Farnese, por el Cap. Al. Váz., Sgto. mayor de Jaén y su distrito,..., Madrid, Imprenta de Manuel Ginesta, Calle de Campomanes núm. 8, 1879.
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