
Una tablilla babilónica del año 1.750 a. C. habla sobre un arca como el de Noé, pero redonda
Casi
un milenio antes de que se escribiera la Biblia, una pieza de arcilla
del tamaño de un móvil ya contaba la leyenda de Atrahasis, un héroe de
Babilonia que construyó un arca circular gigante para salvarse de una
gran inundación, llevando consigo animales salvajes recogidos de dos en
dos. La reliquia se exhibe en el Museo Británico y según uno de sus
conservadores este tipo de historias de la antigua Mesopotamia
inspiraron el mito del arca de Noé.